La Audiencia de Alicante juzga este martes a los propietarios de una empresa de calzado de Elda, así como a su jefe de taller, por disponer de quince mujeres trabajando como aparadoras en las instalaciones de su empresa sin estar dadas de alta en la Seguridad Social.
Así lo constató la Inspección de Trabajo en dos revisiones realizadas en las dependencias de la empresa. La primera, registrada el 14 de octubre de 2014, permitió detectar que diez primeras empleadas en situación irregular pese a que, en algunos casos, llevaban trabajando para la firma desde hacía seis meses. La segunda visita de la Inspección de Trabajo se produjo un mes después, el 21 de noviembre de ese mismo año 2014, y en ese momento, según el escrito de calificación inicial de la Fiscalía, se detectó que existían otras cinco aparadoras que tampoco estaban dadas de alta en la Seguridad Social.
La acusación pública considera que tanto los dos propietarios de la empresa como el jefe de taller eran conocedores de esa situación irregular de sus empleadas, por lo que les considera responsables de un delito contra los derechos de los trabajadores. Solicita para ellos penas de un año y medio de prisión, además de multa de ocho meses con una cuota diaria de 6 euros.
Además, en concepto de responsabilidad civil, tendrán que abonar a la Tesorería General de la Seguridad Social de forma conjunta y solidaria las cantidades adeudadas por las cuotas de las trabajadoras no inscritas en el régimen general.