El nido de huevos de tortuga boba que fue encontrado en junio en la playa de Los Arenales del Sol de Elche han comenzado a ver nacer a sus primeras crías. La descendencia de la tortuga ‘PoliCarmen’, como fue bautizada por los organismos locales, ha salido adelante para ilusión y satisfacción de los colectivos Margalló y Talaiola: "Estamos muy contentos e ilusionados”, aseguran. La hembra puso 78 huevos, 65 de los cuales fueron llevados a la costa de Valencia para su posterior protección. Los otros 13 se trasladaron a una incubadora en el Oceanográfico.
Ya han nacido un total de 48 tortugas bebés desde el pasado sábado y el resto debería hacerlo pronto. Un equipo de expertos de la Universitat de València procederá a abrir el nido si las últimas crías no terminan de eclosionar en tres días. Las tortugas del Oceanográfico aún no han nacido. Cuando la misma tortuga puso una segunda nidada en una cala rocosa de Santa Pola, en julio, el equipo de seguimiento decidió trasladarla a un lugar más seguro en la playa del Carabassí, en Los Arenales del Sol, esta vez en Elche. El traslado a la playa ilicitana, un lugar con mejores condiciones para el desove de las tortugas, fue considerado fundamental por los expertos de la ONG Xaloc, encargados del programa de conservación.
En una de las playas de Valencia destinadas a este tipo de eventos, donde la seguridad es estricta, han nacido las primeras tortugas bobas de Elche. Equipos de voluntarios de los grupos de Talaiola de Santa Pola y Margalló-Ecologistes en Acció d'Elx esperan con impaciencia la oportunidad de ofrecer voluntariamente su tiempo para cuidar el nido en previsión de la llegada de las tortugas del primer grupo de huevos, cuyo nacimiento se prevé lugar a finales de agosto o principios de septiembre.
La campaña 'Rastros en la arena', de 'Ecologistas en acción', lleva activa en las playas de Elche desde hace tres años. El trabajo conjunto del Ayuntamiento de Elche, los organismos locales, grupos ecologistas y personas voluntarias está teniendo consecuencias positivas en los programas de recuperación de especies incluidas en la lista de animales amenazados en peligro de extinción de la Directiva de Hábitats. Este tipo de acciones son necesarias para su control y recuperación debido a que su población está disminuyendo rápidamente.