La vuelta a la normalidad tras la covid-19 continúa extendiéndose y ahora va a llegar también a las piscinas de titularidad pública de uso colectivo y a los parques acuáticos toda vez que la Conselleria de Justicia, Interior y Administración Pública ha eliminado la totalidad de las restricciones implantadas a raíz de la pandemia del coronavirus.
Así, según la circular remitida por la conselleria a los ayuntamientos, la mayoría de las restricciones frente a la covid-19 que han estado vigentes en piscinas y parques acuáticos durante los dos últimos años pasan a ser recomendaciones, si bien se insta a “continuar manteniendo criterio de prudencia y sentido común”.
Con la supresión de las restricciones, el aforo permitido en piscinas de verano públicas y en parques acuáticos vuelve a ser el 100% del contemplado en la licencia de apertura de cada instalación, al tiempo que en relación con las mascarillas se recomienda “un uso responsable, sobre todo cuando haya mucha afluencia de gente y no se pueda respetar la distancia de seguridad entre las personas”.
Ahora bien, continúa vigente la prohibición de fumar en las terrazas de los bares y cafeterías, y se sigue recomendando la venta de entradas o tickets por vía telemática para reducir al mínimo las transacciones en la taquilla.
La circular de la Generalitat Valenciana que ha llegado a los ayuntamientos recuerda que, de acuerdo con la normativa vigente, las piscinas con una superficie de lámina de agua de 200 a 500 metros cuadrados deberán contar con un mínimo de un socorrista, mientras que las piscinas con una superficie entre 500 y 1000 metros cuadrados deberán contar, al menos, con dos socorristas. Asimismo, para las piscinas cuya superficie sea superior a los 1000 metros cuadrados se requiere un socorrista más por cada 500 metros cuadrados de superficie.
Por otro lado, en el caso de los parques acuáticos es obligatoria la presencia de monitores que velen por la correcta utilización de estas instalaciones.