Javier Pastore y Branislav Knezevic, los dos últimos fichajes para la plantilla del Elche, ya están en la ciudad y este lunes, a las nueve de la mañana, han llegado al estadio Martínez Valero para someterse a las pruebas médicas como paso previo a incorporarse esta tarde a los entrenamientos de la primera plantilla.
Pastore, de 32 años, firma por una temporada, mientras que Knezevic de 19 años, es una apuesta de futuro, competirá con el filial hasta enero y a partir de ahí estará a disposición de Fran Escribá. Ambos cerraron el mercado sin equipo, tras rescindir con Roma y Macva, respectivamente. En el caso del internacional serbio, dado que tendrá ficha con el filial y su visado se tramitó con el plazo ya cerrado, sólo podrá jugar hasta final de año con el Elche Ilicitano, de René Martínez y Nino, en Tercera Federación.
Pastore ha afirmado, nada más llegar a su nueva casa, que está “muy feliz y contento” de fichar por el Elche. El mediocentro argentino ha señalado que espera aportar al equipo todo su talento, compromiso y profesionalidad: “Vengo a dar todo lo que he hecho durante mi carrera. Quiero sumar para que el equipo tenga un buen año. El deseo es terminar mejor que la temporada pasada y esperamos poder lograrlo”.
Hasta siete argentinos formarán parte de la plantilla del Elche: Lucas Boyé, Darío Benedetto, Iván Marcone, Guido Carrillo, Pablo Piatti, Axel Werner y Javier Pastore. Para el último refuerzo franjiverde, este hecho supondrá sentirse como en casa: “Hay muchos argentinos. Hay chicos a los que no conocía y todos estamos con la intención de ayudar al club, que es lo más importante”.
Por último, Pastore ha comentado que se encuentra físicamente “bien” ya que “desde enero estoy sin problemas físicos, entrenándome normal con la Roma”. “Vengo de estar dos meses apartado del equipo, trabajando solo y espero estar en la mejor condición posible; eso lo determinarán los ‘profes’ y el cuerpo técnico”, ha concluido.