DESPUÉS DE AÑO Y MEDIO EN EL CARGO

Patricia Rodríguez dejará el puesto de directora general del Elche

La directiva vasca ha llegado a un acuerdo con Christian Bragarnik para dejar su cargo profesional y el de componente del Consejo de Administración del club franjiverde

Monserrate Hernández

Elche | 26.01.2021 12:36

La directora general del Elche CF, Patricia Rodríguez.
La directora general del Elche CF, Patricia Rodríguez. | Elche CF - Sonia Arcos

El cierre del mercado de invierno no sólo traerá movimientos en la plantilla del Elche. También habrá cambios en los órganos de gestión de la entidad franjiverde. Uno de ellos afectará a la dirección general. Patricia Rodríguez abandonará en breve su cargo, de mutuo acuerdo con Christian Bragarnik, y dejará de realizar sus funciones al frente de la gerencia y como componente del Consejo de Administración que preside Joaquín Buitrago.

Patricia Rodríguez llegó al Elche a finales de mayo de 2019, cuando el equipo terminaba su primera temporada en Segunda División después de haber sido capaz de abandonar el pozo de la categoría de bronce en su primer intento. Su incorporación se produjo un mes después del relevo que se produjo a los mandos de la dirección deportiva, con el fichaje del asturiano Nico Rodríguez para sustituir a Jorge Cordero. La directora general del Elche se convirtió en la primera ejecutiva con mando en plaza en un club de Primera División.

Ambos movimientos respondieron a un intento del anterior propietario, José Sepulcre, para modernizar las dos principales áreas de gestión del Elche CF. Nico sustituyó a Jorge Cordero, que fue el encargado de conformar la plantilla que subió a Segunda y de fichar a Pacheta, tras los fracasos con Vicente Mir y Josico en esa misma campaña. De su mano también llegaron jugadores a coste cero y que han terminado siendo rentables para el Elche, deportiva y económicamente, como Juan Cruz, Gonzalo Villar, Gonzalo Verdú, Josan Ferrández o Edgar Badia, entre otros.

La llegada de Patricia Rodríguez chocó de frente con el trabajo que venía realizando el Consejo de Administración de Diego García, que había sido capaz de solucionar numerosos problemas legales de la entidad y del concurso de acreedores, además de haber normalizado la situación de las cuentas gracias a las aportaciones de Sepulcre. Sin embargo, fue el propio empresario ilicitano quien tomó la decisión de relevar primero a Cordero y más tarde a García para apostar por Nico y Patricia Rodríguez. La directiva vasca, además, llegó con la etiqueta de haber defendido la causa del Eibar cuando se produjo el descenso administrativo del Elche en 2015. Muchos nunca aceptaron su incorporación por este precedente.

Ya en el Elche, Patricia Rodríguez se propuso poner en marcha un plan estratégico a cuatro años para profesionalizar la entidad y generar nuevas vías de ingresos. Durante los 18 meses que ha estado en el Elche se ha topado con múltiples problemas que ha tenido que ir sorteando; algunos de ellos provocaron heridas que nunca terminaron de cicatrizar por lo que ahora Christian Bragarnik ha decidido apostar con un cambio, contando con el consentimiento de la propia Patricia Rodríguez, que no ha querido convertirse en un problema en el tiempo, a pesar de tener contrato hasta 2023.

Entre los obstáculos que tuvo que afrontar Patricia Rodríguez se encontraron las restricciones económicas con LaLiga, que se pudieron solucionar gracias a las aportaciones económicas de Score Club 2019 SL, sociedad liderada por Bragarnik, y al enlace directo de la vasca con la patronal que preside Javier Tebas, que le nombró vicepresidenta segunda de LaLiga. Este hilo directo generó dudas en su gestión durante el conflicto con la patronal con el Caso Fuenlabrada. Por ello, Bragarnik y Buitrago decidieron dejarle en un segundo plano para asumir la gestión en primera persona.

En este tiempo también tuvo que afrontar recortes de personal, sobre todo antes del ascenso a Primera, con salidas dolorosas en lo social como la marcha de Rafa Fernández, Jesús García o Luis Miguel Quirant; el cambio en la propiedad, que se firmó el 3 de diciembre de 2019; y la irrupción de la pandemia, que condicionó el presupuesto de ingresos, interrumpió la competición y obligó a la entidad a aplicar un ERTE en plantilla, dirección deportiva y en gran parte de los profesionales de la entidad, siempre atendiendo a la situación económica, a las órdenes de la propiedad y a las indicaciones de LaLiga ante la paralización de los ingresos del contrato de televisión.

Ese ERTE rompió la buena relación que, hasta ese momento, Patricia Rodríguez mantenía con el director deportivo Nico Rodríguez. Hasta tal punto que ese contacto ha sido inexistente en los últimos tiempos. La plantilla también focalizó en ella los problemas que tuvo para verse obligados a trabajar en la primera ola de la pandemia a pesar de la reducción de sus salarios. En el capítulo económico, también hubo polémica con la prima millonaria que se firmó a la plantilla y con el cierre del balance presupuestario del pasado curso, presentado a finales del mes de diciembre.

Pese a todo, la relación de Patricia Rodríguez con Christian Bragarnik siempre ha sido buena y nunca se le ha escuchado una mala palabra del empresario argentino. No se puede decir lo mismo de otras áreas desde donde se ha cuestionado la gestión del dueño en la planificación deportiva, asumiendo que el sello del equipo no es suyo a pesar de seguir cobrando contratos millonarios a cuatro años. El futuro del director deportivo Nico Rodríguez tampoco está claro y puede quedar condicionado con lo que suceda de aquí al 1 de febrero, cuando se cierre el mercado de invierno. Almirón ha pedido cinco fichajes y, de momento, ni siquiera se ha podido dar salir a los descartes. El primero, la principal apuesta de Nico en verano, el internacional maliense Youssouf Koné.

Aunque el movimiento se confirmará en cuestión de días, Patricia terminará el mes realizando sus funciones y estará en contacto con el Club por si precisa de cualquier gestión en estos últimos días del mercado de invierno que tenga que ver con el control económico y el presupuesto de la plantilla.