La Policía Local de Elche ha identificado a tres personas, empleados de una empresa de calzado cuya sede está afincada fuera de Elche, a las que se acusado de llevar meses dejando una media cada semana de más de 1.000 kilos de retales de piel, productos del corte de suelas de calzado, en contenedores de basura del polígono industrial de Carrús.
Los tres fueron sorprendidos in fraganti cuando realizaban el vertido de unos 300 kilos de ese material en contenedores de basura.
En ese momento, reconocieron que llevaban meses actuando de esa forma porque, señalaron, su jefe les obligaba a ahorrarse el coste del gestor autorizado de residuos, que legalmente tiene las empresas que contratar para deshacerse de ese tipo de residuos generados en fábricas del sector calzado.
La investigación tuvo su origen en una denuncia de la empresa concesionaria de recogida de la limpieza de Elche, que lleva meses recogiendo esa medida semanal de alrededor de una tonelada de retales de pieles, material que, además, dañaban el mecanismo hidráulico de sus camiones para la elevación y prensado de la basura, obligando a los operarios de la mercantil a retirarlos de forma Manuel, causando retrasos en el servicio.
Tras la identificación de los implicados, la Policía Local ilicitana ha emitido el correspondiente informe, elevado también al órgano competente para la instrucción de un expediente sancionador por infracción a la legislación vigente en materia de residuos en la Comunitat Valenciana.
Los infractores se exponen ahora a multas que pueden oscilar entre los 600 y los 300.000 euros.