El pasado 6 de agosto, en torno a las diez y media de la mañana, una dotación del Tritón de la GRUMAT (Grupo Marítimo y Atención Turística) observó durante su servicio en La Marina un vehículo mal estacionado que generaba atasco en la vía pública. El conductor mostró un comportamiento “extraño”, seguido de un fuerte olor a pecado y un reguero de agua que caía desde el interior del vehículo a la vía pública, según la versión de la Policía Local.
Los agentes pudieron comprobar que transportaba pescado y marisco, según la versión del implicado, comprado en la Lonja de Alicante, pero sin aportar justificante o factura, así como a la propia actividad de venta. Además, el mantenimiento y conservación del género generó sospechas a los actuantes, dando cuenta de la situación ante la Inspección de Sanidad en Alicante, realizando la inspectora desplazada comprobación de los casi 85 kilos de mercancía y levantando acta de lo sucedido.
Días después, el 19 de agosto, la dotación de la GRUMAT volvió a ver cerca de la zona de playa el vehículo utilizado para la distribución, repitiéndose los mismos hechos. Esto motivó nuevamente la personación de un inspector, confirmando el transporte de otros 60 kilos de pescado y moluscos en un vehículo sin refrigeración y no apto para el transporte de alimentos. Esta vez, incluso, sin conservación del hielo que acompañaba al producto. Según la versión del implicado, lo habría comprado de madruga en Santa Pola y hasta ese momento habría permanecido en el interior del vehículo, produciéndose una rotura de la cadena de frío y un riesgo para la salud de los consumidores, junto con otra serie de infracciones.
Por ello, ante los antecedentes y esta nueva actuación, la dotación de la GRUMAT de Policía Local de Elche compareció en dependencias policiales parad dar cuenta de un posible delito contra la Salud Pública, además de advertir a la autoridad sanitaria sobre los posibles locales donde se han podido distribuir la mercancía.