La Policía Local de Petrer se vio obligada en la tarde de este pasado sábado a disolver una fiesta que se desarrollaba en un local en la zona de la Frontera y en la que se constató la presencia de más de 80 menores, consumiendo alcohol y sin la supervisión de ningún adulto.
La actuación policial se inició a raíz de la denuncia por el ruido generado por esa fiesta de una vecina de la zona.
Al parecer, el local había sido alquilado por los padres de una de las menores para celebrar su cumpleaños, por lo que se contactó con ellos y con el dueño del local.