Lleva días sonando en el entorno de la ciudad el fuerte interés de un grupo inversor inglés para la compra del Elche CF. Desde hace una semana, el rumor se ha ido extendiendo sin que nadie haya sido capaz de confirmarlo, si bien, como sucede periódicamente, es un tema que ocupa y preocupa mucho a la afición franjiverde, que este sábado, además, tiene una cita destacada en el estadio Martínez Valero con motivo del duelo de su equipo ante el Real Zaragoza.
Las fuentes consultadas niegan que haya pacto alguno para formalizar la venta del Elche. Ni hay preacuerdo ni hay firma. Sí ha existido, durante los dos últimos meses, el interés de cinco o seis grupos inversores interesados en conocer la situación del club de Christian Bragarnik para valorar una posible oferta. Una de esas llamadas es cierto que ha llegado desde Inglaterra, aunque a todos el empresario argentino les ha respondido lo mismo: la propiedad no está en venta.
Christian Bragarnik ya comentó en una de sus últimas intervenciones que todo proyecto transcurre por un proceso y cuenta con un final, pero el del Elche, bajo su mandato, no lo ve cercano pese al descenso a Segunda División. Económicamente, la entidad franjiverde es una de las más ordenadas del fútbol español, sin deuda y con todos sus compromisos al día. Muy lejos quedan aquellos tiempos de los impagos y las necesidades que propiciaron, hace ocho años, el descenso administrativo.
El presente se centra ahora en intentar conducir el modelo de juego del equipo de Sebastián Beccacece hacia los puestos altos y llegados al mercado de invierno, aprovechar el límite salarial sobrante, muy amplio, para reforzar la plantilla y apostar por el ascenso. Pero para eso aún queda mucho tiempo y siete partidos, contando el de este sábado frente al Real Zaragoza.
De la llamada de Inglaterra se ha dicho que podría incluir un preacuerdo de compra por 60 millones de euros, para confirmar a principios del año que viene. Esa posible propuesta se habría realizado por parte del antiguo dueño del Leeds United, el italiano Andrea Radrizzani, que vendió su participación mayoritaria en el club inglés, tras el descenso a la Championship, y comprar entonces a la Sampdoria, ahora antepenúltimo en la Serie B de Italia.
José Sepulcre también desconoce cualquiera de estos movimientos. El empresario ilicitano sigue manteniendo a su favor la pignoración de las acciones por el pago aplazado de Christian Bragarnik. En caso de producirse una venta, Sepulcre cobraría lo que le falta por recibir al contado, pero ni ha sido informado ni conoce nada al respecto.
Ante esta situación, lo único cierto es que Christian Bragarnik no tiene como prioridad vender el Elche y por su cabeza pasa por devolver al equipo a Primera División, manteniendo el proyecto bajo su control, avanzando en el proyecto de la futura ciudad deportiva, consolidando la apuesta por Sebastián Beccacece y seguir esperando a que la dinámica ascendente se mantenga, mientras ya de fondo se mira al mercado de invierno para acometer los fichajes que necesita el equipo. Y con este objetivo, Bragarnik volverá a Elche a finales de mes, coincidiendo con el partido en casa contra el Amorebieta.