Con el regreso de los laterales Antonio Barragán y Johan Mojica, ambos en el palco para ver el Trofeo Festa d’Elx, el Elche ha dado por cerrada su defensa. Ahora se centra en concretar la cesión de Manu Morlanes y en reforzar el ataque. El nombre de Darío Benedetto se ha convertido en el culebrón del verano y ahora se ha sumado el de otro atacante: Rubén Rochina. El ex del Levante está en la agenda de la entidad y podría ser uno de los fichajes para mejorar el ataque de Fran Escribá.
Rubén Rochina terminó contrato el pasado 30 de junio con el Levante, último rival de la pretemporada franjiverde. No es la primera vez que el de Sagunto se cuela en el punto de mira franjiverde, siempre sin éxito. En la anterior etapa de Fran Escribá ya sonó como opción seria en el mercado, aunque nunca llegó a concretarse. Ahora está sin equipo y aunque su deseo es regresar al Granada, donde vivió sus mejores momentos en Primera División, el interés nazarí no es tan fuerte como el ilicitano.
Rochina, de 30 años, acumula una dilatada trayectoria futbolística. En Primera ha jugado ocho temporadas (Real Zaragoza, Rayo Vallecano, Granada y Levante) y ha acumulado más de 170 partidos oficiales en la máxima categoría. Puede moverse en cualquiera de las posiciones de la segunda línea de ataque y sería un buen complemento a las prestaciones de Lucas Boyé, además de sumar competencia a las bandas de Josan y Fidel, o a la figura de segundo delantero de Pere Milla. Ha sido internacional con las categorías inferiores de la selección española y también cuenta con experiencia en el fútbol extranjero, tras sus temporadas en el Blackburn Rovers y en el Rubin Kazan, después de cerrar su exitosa etapa en el Granada, en 2016, y antes de iniciar su periplo de cuatro años en el Levante.