La Guardia Civil ha inmovilizado en un restaurante de Crevillent más de 59 kilos de pulpo, sepia, calamar, gambas y otras especies marinas. El motivo de ello: eran productos que carecían de la documentación que acreditara su origen y el método de captura ni los controles sanitarios exigido o el estado de conservación.
La actuación ha sido desarrollada por la patrulla del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de Elche.
Tras tener conocimiento de una posible venta y almacenamiento ilegal de productos pesqueros en el establecimiento, agentes de ese servicio de la Guardia Civil se desplazaron al restaurante, realizando una inspección exhaustiva del mismo y hallaron “diversas irregularidades relacionadas con los productos almacenados en arcones congeladores y frigoríficos industriales”.
Concretamente, según ha explicado este jueves la Guardia Civil, se detectaron casi 34 kilos de pulpo, más de once de sepia, tres kilos de calamar y casi dos de atún, gambas y otras especies marinas, muchas de las que no alcanzaban la talla mínima permitida para su captura y comercialización, y de los que no se podía acreditar haber pasado los controles exigidos por la legislación vigente.
En virtud de la Ley de Pesca Marítima y Acuicultura, el responsable del restaurante se enfrenta a un expediente sancionador por infracciones graves que pueden acarrear multas de hasta 60.000 euros.