¿Pueden los robots ser útiles para el tratamiento de Trastornos del Espectro Autista? La respuesta a esa pregunta es lo que busca una investigación impulsada por el Grupo de Neuroingeniería Biomédica y el Instituto de Bioingeniería de la Universidad MiguelHernández (UMH) de Elche, en la que también se ha implicado la Universidad Politécnica de Cartagena.
El proyecto, que también cuenta con la colaboración de la UNED y la Fundación para el fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica (Fisabio), va a evaluar la utilidad de robots capaces de expresar emociones para ese tratamiento de Trastornos del Espectro Autista, tratando de ofrecer soluciones personalizadas, que integran robots sociales, para mejorar el comportamiento y la respuesta social de niños con estos trastornos.
En él se han implicado especialistas en ingeniería biomédica, robótica, pediatría y neurorrehabilitación.
Muchos de los niños y niñas con Trastornos del Espectro Autista tienen problemas para reconocer las emociones y uno de los objetivos del proyecto es ayudarles a reconocer y gestionar la información emocional.
Para ello, los investigadores de la UMH van a utilizar dispositivos como cámaras para la detección de gestos y emociones en los rostros y técnicas de Inteligencia Artificial para el reconocimiento de las emociones. Además, entre otros procedimientos, van a emplear medidas en tiempo real de la variación de las propiedades eléctricas de la piel y de la actividad cardiaca de los niños durante el tratamiento y técnicas de seguimiento de la mirada.