Elche nombró ayer Hijo Adoptivo al episcopal del Bajo Vinalopó y párroco de la Iglesia de Desamparados, José Antonio Valero Pérez. El homenaje reunió ayer a cientos de personas en el Gran Teatro en el que asistieron los miembros del Equipo de Gobierno, de la Corporación Municipal, el obispo de la Diócesis de Orihuela-Alicante, José Ignacio Munilla, y varios altos cargos eclesiásticos.
El alcalde de Elche, Carlos González, explicó que este nombramiento tuvo su origen en una petición vecinal del Pla y del Sector V, barrios en los que el párroco ha desarrollado su trayectoria profesional: "Hoy devolvemos a José Antonio Valero una pequeña parte de lo mucho que le ha dado a la ciudad y, sobre todo, hacemos justicia con un hombre bueno que merece ser hijo de Elche, ya que siempre se ha comportado como si lo fuera, a decir verdad, como si fuera uno de sus mejores hijos", ha explicado el alcalde.
Antes del inicio del acto, Valero firmó el libro de honor del Ayuntamiento de Elche y afirmó que aceptaba el privilegio de ser Hijo Adoptivo de la ciudad: "Desde hoy soy oficialmente lo que siempre me consideré de corazón el día que, por primera vez, coroné como Padre Eterno a la Virgen en el verano de 1978".
Tras la lectura de la moción de la Junta de Gobierno llegó el esperado momento en el que el alcalde de Elche entregaba la distinción al párroco en medio de cientos de aplausos por parte de los asistentes al acto.
González recordó la importancia de este reconocimiento a una persona que "ha dedicado su tiempo y esfuerzo ante todo a preocuparse de las personas, de sus anhelos y necesidades. Todo sin pedir nada a cambio".
El homenaje finalizó con la actuación de la Capella del Misteri y el himno de Elche.