Alicante volver a tener un importante protagonismo en la próxima edición de la Vuelta a España. De la mano de la Diputación, dos etapas tendrán principio y fin en la provincia: en Santa Pola y Tibi. Carlos Mazón, presidente de la institución supramunicipal, acudió este jueves a ambas localidades para conocer el recorrido de los trazados que discurrirá por numerosos municipios alicantinos. Junto a él estuvieron Loreto Serrano, alcaldesa de Santa Pola, y José Luis Candela, alcalde de Tibi.
La provincia será el epicentro del ciclismo internacional durante el 20 y 21 de agosto, con motivo de la séptima y octava etapa. La primera de ellas tendrá como escenario localidades de la montaña alicantina, mientras que la segunda, un día después, transitará por poblaciones marítimas combinando así la dureza de las montañas del interior con la suavidad de las bellas localidades costeras.
La séptima etapa de La Vuelta se iniciará en Gandia el viernes 20 de agosto y, tras 152 kilómetros de recorrido, finalizará en el Balcón de Alicante de Tibi. Durante el trayecto, el pelotón atravesará las poblaciones de L’Orxa, Beniarrés, Gaianes, Muro, L’Alqueria d’Asnar, Cocentaina, Alcoi, Benilloba, Benasau, Alcoleja, Sella, Relleu, La Torre de les Maçanes, Xixona y Tibi.
El sábado 21 de agosto, la serpiente multicolor afrontará la octava jornada de la ronda española que partirá desde Santa Pola y concluirá, después de 163,3 kilómetros, en La Manga del Mar Menor, tras pasar por la pedanía ilicitana de La Marina, Guardamar del Segura, Torrevieja y su playa de Punta Prima.
La Diputación de Alicante, presidida por Carlos Mazón, quería estrenar un nuevo alto del interior de la provincia con motivo de esta edición número 76. Finalmente, tras desechar varias opciones, se ha apostado por el Balcón de Alicante, dadas sus características, en el entorno de la sierra de El Maigmó. Será la primera vez que una gran prueba ciclista asciende estos cuatro kilómetros de dura subida, con una media que ronda el 8,2% y rampas por encima del 16% de desnivel.
Esta ascensión discurre por carretera estrecha, que va aumentando su dureza, y con dos kilómetros finales que cuenta con curvas cerradas de herradura. Actualmente, ese tramo tiene el asfalto pendiente de ser cambiado, con grava y algún que otro hoyo. La Diputación de Alicante, en colaboración con el Ayuntamiento de Tibi, procederá a su reasfaltado y ya se ha procedido al desbroce de las cunetas para mejorar su estado y su aspecto.
La asistencia de público a este final de etapa quedará condicionada a la evolución de la pandemia de covid-19. Los aficionados deberán dejar sus vehículos fuera de los últimos cuatro kilómetros finales y ascender a pie o en bicicleta hasta los puntos más bonitos y espectaculares de la ascensión para disfrutarla en primera persona, como ya sucedió en el estreno de la subida al Xorret de Catí, en 1998. Entonces, ganó el ‘Chava’ Jiménez, del Banesto, y en aquella etapa se pudo a estrellas de la talla de Abraham Olano, Laurent Jalabert, Roberto Heras o Fernando Escartín, entre otros muchos. Precisamente, Escartín ha sido el encargado de visitar el Balcón de Alicante para dar el visto bueno a este final de etapa de La Vuelta.
Para loa aficionados, se prevé un horario restringido de acceso y condicionado a las medidas sanitarias del momento, pero lo que está claro es que el espectáculo estará asegurado.
