¿Tendrá en cuenta el nuevo gobierno las necesidades de los ciudadanos de la Comunitat Valenciana?

La designación del Gobierno socialista que va a presidir Pedro Sánchez pone un punto de serenidad a los diez apasionantes y convulsos días que ha vivido la política española.

La tarea que se le presenta al nuevo, preparado e igualitario ejecutivo es ardua en muchos frentes que están siendo motivo de intenso debate. En este espacio de opinión me voy a centrar en la ingente tarea que les espera si quieren recuperar la credibilidad en el Congreso de los Diputados, en el Gobierno y en los partidos políticos.

Una encuesta realizada para el diario digital El Confidencial las sitúa como las instituciones peor valoradas por los españoles, con un suspenso rotundo. La nota más baja la sacan los partidos políticos con una media de 3 puntos sobre 10.

¿Qué ha provocado esa gran desafección social? Pues sin duda la sensación que tienen los votantes de que sus representantes actúan más por cuestiones corporativas que defendiendo los intereses de los electores.

Les planteo algunas cuestiones ocurridas esta misma semana que tienen que ver con el cambio de gobierno del PP al PSOE y su incidencia en la gestión de los Presupuestos Generales del Estado.

¿Por qué el PSOE retira la enmienda en el Senado en la que pedía más financiación para la Generalitat para este año? ¿Porque es bueno para los ciudadanos de la Comunitat? No, simplemente porque el nuevo gobierno es de su partido.

¿Por qué El PPCV que estaba muy callado con los presupuestos ultima enmiendas por más de 100 millones de euros? ¿Porque piensa en los habitantes de la Comunitat? No, sencillamente porque han desalojado a su partido del poder.

Es obvio que estos cambios de opinión y posición sólo se toman por cuestiones políticas y seguidismo a las directrices nacionales de cada formación, sin criterio propio y sin tener en cuenta los intereses de los administrados de la Comunitat Valenciana.

Este escenario de distanciamiento creciente entre partidos políticos y sociedad, es señal inequívoca de que el modelo se está agotando.

Por tanto, para generar ilusión, recuperar la credibilidad y la confianza de los votantes en sus representantes y en las instituciones políticas es necesario que se produzcan cambios. Podríamos plantear empezar por modificar el modelo de elección para que sea más directa, de esta forma conseguiremos que los políticos estén más pendientes de la opinión de sus votantes que de las órdenes que les dan los dirigentes del partido de los que ahora depende su puesto en una lista