“Pésimo servicio. Pelos en las gambas y cubiertos con costras de comida de clientes anteriores. Pasa de largo”. Ese fue el comentario de Cristina Seguí, cofundadora de Vox, al restaurante Galdo 26, una arrocería de Valencia. Ante el comentario, los propietarios del restaurante reaccionaron y acusaron a Seguí de mentir deliberadamente:
“No acostumbramos a responder a los comentarios, pero en esta ocasión lo haremos por tus mentiras, porque te hemos pedido el pasaporte Covid y por tu negación, no podemos permitirlo. Debido a ello, te invitamos a quitar dicho comentario a ti y el de tus amigos o deberemos presentar acciones legales”, respondieron los dueños del establecimiento a la crítica de Seguí.
Esta versión encajaría con el tweet inicial de Cristina Seguí en el que lamentaba que el establecimiento le hubiera denegado la entrada tras pedirle el pasaporte Covid:
Y tras el aluvión de críticas matizó que asegurando que ya conocía el establecimiento. Y no solo eso, en sus redes ha afirmado que comenzará a señalar todos los establecimientos que pidan el pasaporte Covid en la entrada. "He desayunado y comido allí unas 12 veces, hasta que intenté entrar a hablar con el dueño por un pelo rizado en las gambas al ajillo y me negó la entrada por no permitirle que me escaneara", reclaca Seguí.
El Tribunal Superior aprobó la medida
El Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) autorizó la exigencia del llamado pasaporte covid para acceder a establecimientos de hostelería, restauración y ocio con aforo superior a 50 personas, festivales de música y celebraciones con más de 500 asistentes, y para visitar a pacientes e internos en hospitales y residencias.
El TSJCV considera además justificada la implantación del pasaporte covid en toda la Comunidad Valenciana a la vista de la tendencia homogénea ascendente y generalizada de la curva pandémica en todo el territorio, la previsible movilidad de los ciudadanos ante la proximidad de las Navidades y la aparición de nuevas variantes del SARS-CoV-2.