Gracias a los esfuerzos de Pepe Payá, Vilamuseu hoy es una realidad. El bibliotecario fue el primero que impulsó la creación de un museo arqueológico y etnográfico en la localidad, habilitando una sala para ello en la planta baja de la Biblioteca Cristóbal Zaragoza.
Como homenaje al cronista, poeta e intelectual, en el vestíbulo de la Biblioteca se habilitará una zona con los muebles de su despacho durante varios días y se dejará la luz encendida por las noches, invocando su presencia y recordando las muchas horas, también nocturnas, que empleaba en su labor.
Además, el ayuntamiento tiene previsto dejar 24 horas las banderas a media asta y anunciar un día de luto oficial.