El Hércules no se fiaba de los rojillos. En parte tenían razón porque se dejaron un punto en el Camilo Cano. Empate a 0 goles en el Estadi Olímpic, un resultado que gustaba más a los locales que al visitante, un Hércules que tenía que salir escoltado por la Guardia Civil porque los aficionados desplazados al campo protestaban efusivamente contra el entrenador y pedían la dimisión de Rubén Torrecilla.
Tangana sin consecuencias, sólo gritos, pero que llama a reflexión de lo que está pasando con el equipo albiazul.
En lo deportivo, empate a cero goles y un punto que no le sirve La Nucía salvo, si se quiere, para insuflar algo de moral por haberle empato al 5º de la tabla. Pero se sigue sin mostrar buen juego y sin convertir las oportunidades de gol cuando se generan, lo que tampoco ocurre en muchas ocasiones.