No hubo suerte para el equipo de La Nucía que va acumulando derrota tras derrota sin que pueda verse la solución. En esta ocasión la culpa no la tuvo toda el equipo; ni siquiera la tuvo el buen juego del rival, que estuvo correcto y fuerte, pero que podría haber fracasado si La Nucía no hubiera ido sumando una larga serie de sucesivas desdichas: el viento en contra en el segundo tiempo, las lesiones de varios titulares, los minutos que tuvieron que jugar, tal vez excesivos para el momento físico en el que se encuentran, los que acaban de recuperarse de una lesión, tener que jugar con juveniles y tener, por todo lo anterior, que cambiar la estrategia preparada sobre la marcha no es, nunca, un toro fácil de lidiar para ningún entrenador y no lo ha sido para Lacasa que decía, en las declaraciones posteriores al partido, que "esto no viene en los libros ni te lo enseñan en los cursos de entrenador" (declaraciones en el AUDIO.
La única solución es seguir trabajando, La Nucía no merece, tal vez, esta suerte, pero es la que tiene y va a tener que adaptarse a ella y darle la vuelta. Aún falta mucha liga, pero de momento las impresiones no son buenas.