No era importante el resultado o, al menos, era mucho más importante el celebrar este amistoso por segunda vez como un símbolo de la cordialidad existente entre ambos equipos y también era más importante que este evento serviría como entrenamiento del club vilero y podría proporcionar a su técnico oportunidad para probar estrategias nuevas y dar minutos a los jugadores que, en competición liguera, no pueden jugar tantos minutos. Sirvió, también, para darles la oportunidad a algunos juveniles de la plantilla a disputar un partido senior internacional, aunque sea fuera de competición.
Finalmente, 0-0 en el marcador y una noche de futbol divertida y que, sin duda, tendrá un nuevo eco la próxima temporada.