El consistorio ha presentado este plan que cumple la normativa europea y que sitúa a la ciudad como pionera entre las localidades que cuenta con un plan similar.
El Ayuntamiento está trabajando con el objetivo de que antes de un año haya una primera fase de la red de agua regenerada ya operativa y por ello en un mes se espera tener redactado el proyecto para comenzar con la licitación. Esa primera fase se situará en Poniente, una zona con nuevos desarrollos urbanísticos que ya cuenta con infraestructuras para conectar la red de agua regenerada con las comunidades de vecinos. Abarcará a unas 6.300 viviendas, a 156.000 metros cuadrados de zonas verdes públicas y a 127.000 de zonas verdes privadas. Escuchamos a Toni Pérez, alcalde de Benidorm
El litoral alicantino es una de las zonas más vulnerables ante el cambio climático debido a la reducción de precipitaciones medias, el aumento de las sequías y el hecho de que los aportes hídricos en la cuenca del Júcar podrían disminuir hasta un 5% en 2030 y un 15% en 2050. A ello se suma el crecimiento urbano y una mayor demanda de agua que provoca que ante el déficit hídrico haya que poner en práctica estrategias para la sostenibilidad como la reducción del consumo en sectores de alta demanda, la implementación de vectores resilientes en la gestión del ciclo integral del agua, la generación por desalación y el aprovechamiento de las aguas pluviales.
En Benidorm el consumo anual se cifra en unos 10 hectómetros cúbicos, de los que uno se emplea en el riego de jardines mientras que las piscinas demandan otro medio hectómetro. En cuanto a la reutilización del agua, la depuradora trata 13 hm3 al año, de los cuales solo cuatro son reutilizados para el uso en la agricultura, riego urbano, limpieza y parques. Además, se emplea el agua del vaciado de las piscinas en baldeos de calles.
En 25 años Benidorm ha reducido el consumo un 18% mientras la población ha crecido un 40%, un ejemplo en el uso del agua y “eso hace aún más sostenible a la industria más sostenible, que es el turismo” ha recalcado el alcalde.
Todas las medidas adoptadas desde la crisis hídrica de 1978 han motivado que el consumo de agua haya ido disminuyendo a pesar del aumento de población (37%) y de visitantes (57%). El consumo de agua en Benidorm depende de los recursos que suministra el Consorcio de Aguas de la Marina Baixa, que puede movilizar por término medio unos 48 hm3 al año. En Benidorm, la demanda de abastecimiento es del 49% respecto del consumo global mientras que la de riego es del 51%.
Las superficies verdes públicas abarcan 925.113 metros cuadrados y ello supone una demanda potencial de riego de 0,38 hm3 al año. Las zonas verdes privadas, por su parte, ocupan una superficie de 1.852.926 metros cuadrados y representan una demanda potencial de riego de 1,13 hm3 anuales. En total, 1,51 hm3 entre las zonas verdes públicas y privadas de Benidorm.
Así las cosas, si Benidorm tiene una demanda de agua en torno a los 10 hm3 al año, el hecho de que se pudiera emplear 1,5 hectómetros de agua regenerada supondría un ahorro de alrededor del 15% en los aportes de agua que necesita la ciudad. Además, los costes del agua regenerada, una vez implantada la red, serán bastante inferiores a los del agua de consumo y vendrán regulados por una normativa municipal.
Durante la exposición del Plan Director también se ha puesto en valor los beneficios del agua regenerada, tanto ambientales (conservación de recursos hídricos, reducción de la contaminación, menor impacto en el ciclo del agua), como económicos (ahorro en costes de abastecimiento, en consumo eléctrico, más eficiencia en la agricultura, impulso de la economía circular) y sociales (más disponibilidad de agua potable, seguridad hídrica en zonas estresadas).