El acusado compartía vivienda con la menor nacida en 2010, su hermano de la misma edad y la madre de ambos, en una localidad de la Marina Baixa.
Al tomar la comunión la víctima, en el año 2021, el acusado empezó a abusar de ella haciéndole creer que estaban jugando. Aprovechaba también momentos en los que ella estaba dormida, para abrazarla y estar al lado de ella.
Al autor se le condena a dos años de prisión más otros tres años de libertad vigilada y la prohibición de contactar con la menor. Se ha consignado 1.000 euros para el pago de la responsabilidad civil. Además, se le prohíbe ejercer cualquier profesión o actividad que conlleve contacto con menores de edad.
El autor responsable del delito ha mostrado su conformidad con la sentencia, que le exime de entrar en prisión con la condición de que no vulva a delinquir en dos años.