El gobierno de Altea, que encabeza el alcalde Jaume Llinares, ha hecho público hoy que ha prorrogado el plazo de finalización de las obras de la piscina municipal ante la petición de la empresa que está ejecutándolas por las dificultad para concluirlas en plazo debido al incremento de los costes y la carencia de los materiales por el COVID y la guerra de Ucrania.
Como ha recordado el PP para afear la gestión del gobierno local, en noviembre del pasado año, el edil de Deportes, Pere Barber anunciaba que la piscina estaría terminada en tres meses. La portavoz popular, Rocío Gómez, criticaba el incumplimiento y afirmaba que el gobierno no daba una fecha de apertura a pesar de haber preguntado la oposición en repetidas ocasiones.
Por su parte, desde el equipo de gobierno alteano, han hecho saber ahora que el Alcalde de Altea, Jaume Llinares y los ediles de Infraestructuras y Deportes, Diego Zaragozí y Pere Barber, respectivamente, mantenían a finales del mes de abril una reunión con la adjudicataria de las obras, la mercantil Categor, para buscar soluciones que desbloquearan la situación de parón en las obras y agilizar las mismas.
En la reunión se aclaró que el aumento de los precios de los materiales y la falta de los mismos son las principales causas del retraso. Así, por ejemplo, la bomba de calor para el tratamiento del aire y la deshumidificación, que según los pliegos técnicos ha de ser renovada, puede tardar hasta tres meses. La adjudicataria ha solicitado la ampliación del tiempo para acabar los trabajos de la piscina. El ayuntamiento ha aceptado la prórroga instando a la empresa a que se retome la actividad lo antes posible, lo que ha sucedido ya, puesto que, según desvelan, se han recomenzado los trabajos esta misma semana.
