La Generalitat cederá a la localidad de Benidorm el emisario submarino de agua salada del Paseo de Tamarindos, en la zona de Poniente, que se habilitó para dar servicio a una desaladora que iba a construirse en Terra Mítica y que nunca llegó a existir.
El emisario es propiedad de la Sociedad Proyectos Temáticos de la Comunitat Valenciana (SPTCV) y Benidorm lleva años intentando esta cesión como demuestran las propuestas que han sido repetidamente aprobadas en distintas sesiones plenarias del consistorio. Ahora, la cesión es una realidad y Benidorm cuenta ya con todos los permisos, tanto de la Generalitat como de la Confederación Hidrográfica del Júcar para la construcción de esa desaladora, que "dará servicio a todo el Consorcio de la Marina Baixa", ha puntualizado el edil de Ciclo del Agua de Benidorm, José Ramón González de Zárate, quien también ha apuntado que este proyecto "de enorme importancia turística", ha tenido que esperar al gobierno de Carlos Mazón para ver la luz "tras muchos años de inacción por parte del Gobierno del Botànic y de Ximo Puig".
Se dispone ya del terreno y también del anteproyecto, que valora la obra en 16 millones de euros. Sin embargo, falta salvar el último escollo: aún no se dispone de financiación porque "el Gobierno de España ha dicho que no va a contribuir", comunica González de Zárate. El edil está convencido, sin embargo, de que "muchas otras administraciones sí van a querer participar en esa financiación y estoy seguro de que se va a conseguir".