El descubrimiento ha rescatado una pieza única y de alto valor etnográfico según consideran los técnicos de Vilamuseu ya que no se tenía constancia de ninguna que se hubiera conservado en La Vila Joiosa.
Los especialistas del museo han contado con la asesoría de Pedro López, presidente de Chocolates Valor, que ha estudiado conjuntamente con Vilamuseu el interés y la conveniencia de recuperar esta pieza, que ha pasado a los laboratorios de restauración del museo arqueológico contando con el permiso de su propietario, Antonio Uris.
El mueble es un gran armario con ranuras para introducir bandejas con el producto que se cerraban de manera estanca para mantener la temperatura y que fueron siendo sustituidas en la industria chocolatera con la llegada de la electricidad a finales del siglo XIX.
Vilamuseu ha realizado también una entrevista a su propietario, Antonio Uris, para recuperar la información histórica y etnográfica de la fábrica. El traslado de la máquina, cuya madera muestra signos de los ataques de insectos xilófagos, ha contado también con la cooperación de la empresa promotora, Vitania, y los agentes inmobiliarios José Giner y Marta Quesada.