Tras varios días en Alerta Naranja por fuertes precipitaciones, y las previsiones de lluvias para los próximos días, miramos a los pantanos y descubrimos que no están suponiendo ningún alivio a la situación de emergencia hídrica que vive nuestra comarca.
Los embalses de la Marina Baixa se encuentran en situación crítica. Según los datos oficiales de la Confederación Hidrográfica del Júcar, el pantano Amadorio, con 15.8 hectómetros cúbicos de capacidad, apenas almacena 1,28 hectómetros cúbicos, un 8% de su capacidad total, reduciéndose en un 1% respecto a hace un mes. El año pasado, en estas fechas, contenía un 19.80% del total, lo que refleja que mucho tendría que seguir lloviendo para rozar el nivel del pasado año, que ya era crítico.
En el caso del pantano de Guadalest, con 13 hectómetros cúbicos de capacidad total, apenas contiene un 20% de agua embalsada, habiendo subido menos de un 1% en una semana con las últimas lluvias. El pasado año almacenaba casi la mitad de su capacidad, un 40%.
Cabe recordar que el pasado año la comarca pudo pasar el verano gracias a los trasvases de agua realizados desde la desaladora de la Marina Baixa en Mutxamel.