La Vila Joiosa tuvo el año 2019 unos ingresos de casi 35 millones de euros y unos gastos de 25’79 millones de euros, por lo que cerró el ejercicio con un saldo positivo de más de 9 millones de euros y un remanente de tesorería para gastos generales de 11’68 millones, superando el resultado de los dos años anteriores en que fue de algo más de 7 millones (en 2017) y 9,26 millones (en 2018).
Los dos grupos de la oposición, sin embargo, se han abstenido debido al retraso con el que se han presentado las cuentas. El portavoz popular, Jaime Lloret, saludaba a las amonestaciones del Síndic de Comptes que "algo positivo han traído", ha dicho, "porque han hecho que se aprobaran estas cuentas que llevaban un retraso de año y medio" y ha lamentado que "tanto retraso motive que no se sepa nada de los presupuestos para 2021", algo que también ha criticado el portavoz de Ciudadanos, Paco Pérez Buigues, quien ha recriminado al equipo de gobierno que "no tengamos, la oposición, ni siquiera un borrador para poder aportar también nuestras ideas o sugerencias".
Sin embargo, el edil de hacienda, José Ramón Uclés, aunque reconocía el retraso, afirmaba que las cuentas están saneadas y que "se está trabajando para remediar a los retrasos". En ese mismo sentido, anunciaba también que el viernes día 30 de abril "en tiempo y forma y dentro del plazo", decía, "el señor alcalde firmaba el decreto y presentaba la liquidación de 2020". Uclés recordaba que el cierre de la cuenta de 2019 y la presentación de la liquidación de 2020 eran los dos pasos previos "a la presentación de los presupuestos para este año".
Por su parte, el Alcalde, Andreu Verdú, ahuyentaba los miedos de la oposición acerca de no poder recibir ayudas supramunicipales y aseguraba que eran infundados y recordaba que, una vez presentada la liquidación ya se puede hacer la modificación presupuestaria con el remanente positivo.
