Las dos jóvenes trabajaban como profesoras de inglés y estudiaban el cuarto curso de la carrera de medicina en la Universidad de Járkov, la segunda ciudad de Ucrania. Eligieron este país y esta universidad porque se trata de una buena opción en cuanto a los costes para ellas y a la calidad de las enseñanzas que recibían. Huyeron de los bombardeos, cruzaron la frontera y ahora viven en Sagunto sin saber que pasará con su futuro. No pueden continuar sus estudios en otra universidad porque no hay expediente que trasladar y tampoco son consideradas refugiadas ya que no son ucranianas.
Hoy han compartido su experiencia con los oyentes de Más de uno Sagunto.