La Unió Llauradora denuncia una oleada de robos en varios motores de riego de la localidad de Almenara. Los ladrones se han llevado desde tubos hasta contadores, hidrantes y electroválvulas, según informa la organización agraria. Algunas comunidades de regantes están "desesperadas e impotentes" ante este aumento de los hurtos; también los agricultores, porque les supone un sobrecoste en el mantenimiento común de la instalación de riego. La cuantía de los daños es elevada.
En unos momentos donde los ingresos agrícolas son cada vez más bajos, resulta contraproducente tener mayores gastos para poder reparar los daños causados por los robos. Una desesperación ante este problema, puesto que ya los reiterados siniestros provocan que las compañías de seguros cada vez tengan más dificultades para asegurar, no cubren todos los daños, o directamente son inasumibles.
También denuncian las dificultades tras presentar las denuncias porque "inexplicablemente" muchos de los casos se quedan sin resolver ante la alta exigencia de aportación de pruebas. Como solución, Carles Peris, secretario general de La Unió Llauradora, habla de incrementar la seguridad del medio rural, y una efectiva coordinación entre las diversas fuerzas de seguridad, entre otras medidas.
Añaden que se debe perseguir el comercio de mercancía robada porque “está claro que si alguien roba es porque alguien se lo compra. Es importante la vigilancia para intimidar, pero también el cumplimiento de la justicia y la persecución de los canales de comercialización ilícitos. Por ello insta a inspeccionar almacenes o chatarrerías sospechosas de comercializar con esos productos robados”, explica La Unió.