El segundo autobús de refugiados fletado por la Fundación Juntos por la Vida llegaba en la tarde-noche del martes a València. Entre los refugiados alivio, por estar a salvo, pero también tristeza e incertidumbre por lo que sigue sucediendo en su país.
Agradecidos por la acogida
Es el caso de Alona, de 16 años, que ha vuelto hasta València donde vivirá con su familia de acogida, Cristina y Fernando, la familia con la que solía quedarse en verano y que ahora es su nuevo hogar. A su llegada relataba el alivio de cruzar la frontera con Polonia y el temor de dejarlo todo en Ucrania. Su madre de acogida, Cristina, aseguraba que la zona donde estaba ella era segura pero ahora ya está siendo bombardeada.
En el caso de Verónica, de 20 años, quien la esperaba es su hermana biológica que vive en Valencia con la que se reencontraba después de días de miedo e incertidumbre.
De los 52 que partieron de Polonia, 12 se han quedado por el camino con otras familias de Alemania, Francia y Barcelona, mientras el resto vivirán en Valencia.
Llegada de más refugiados
Se espera la llegada de otros dos buses con más de cien refugiados para los próximos días. Desde la entidad aseguran que el problema no es traerlos si no dónde llevarlos a la espera de que se habilite el centro de acogida anunciado en Alicante.