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Alertan del daño en estructuras de viviendas debido a la instalación de piscinas portátiles

La falta de apertura de las piscinas municipales debido a la crisis sanitaria del Covid-19 ha provocado que muchos hayan optado por instalar piscinas portátiles o hinchables en las terrazas de sus hogares. Una alternativa que comporta riesgos tal y como alertan los arquitectos tras lo sucedido en Elda donde el peso de una piscina desmontable provocaba el derrumbe del techo de una vivienda unifamiliar.

ondacero.es

València |

Furor por las piscinas hinchables durante la desescalada por coronavirus | antena 3 noticias

La piscina, con capacidad para unos ocho mil litros de agua, hacían que el forjado y las vigas no soportaran el peso del agua. Según recuerdan los arquitectos la normativa actual contempla que las viviendas actuales están preparadas para soportar una carga de usos de 200 kilos por metro cuadrado mientras que en las azoteas privadas es de 100.

En este sentido Ivan Cabrera, director de la Escuela de Arquitectura de la Universitat Politècnica de València, afirma que a partir de 150 kilos por metro cuadrado el riesgo ya es elevado y se alcanza con tan solo 15 centímetros de agua.

Unos daños que insiste podrían debilitar la estructura para soportar otras circunstancias como un sismo que conllevaría un colapso debido a los daños causados por la instalación de una piscina.