El proceso participativo se va a realizar bajo el lema “pensemos la plaza”, a través de un enlace en la página web del Ayuntamiento (www.valencia.es), donde se establecerán varios temas de debate en torno a la movilidad, la habitabilidad y los usos que debe tener este este espacio de la ciudad. El gobierno local espera tener para antes de Navidad el documento final de conclusiones del proceso. Después convocará un concurso de ideas, del que un jurado técnico y político seleccionará primero las cinco mejores propuestas, y finalmente el proyecto ganador.
El equipo de gobierno local plantea algunas condiciones previas para la reforma, como la circulación de autobuses de la EMT de acuerdo con el diseño planteado por la concejalía de Movilidad. También se mantendrán los usos actuales de la plaza en Fallas y otros actos festivos, y se rediseñarán los quioscos de flores y todo el mobiliario urbano.
Como ya contamos, la intención del ejecutivo municipal es peatonalizar la parte de la plaza situada frente al propio Ayuntamiento y las calles Sangre y Cotanda. Por el otro lado –desde Correos hasta la calle Barcas- únicamente podrán circular el transporte público, los residentes con garajes en la zona, o los vehículos de carga y descarga. En este sentido, el proyecto abarcará también la peatonalización del tramo de la calle San Vicente entre las plaza de la Reina y del Ayuntamiento. También incluirá la remodelación de Marqués de Sotelo, donde se ensancharán las aceras y quedará sólo un carril para cada sentido de la circulación.
El coste de toda la intervención de estima en unos cinco millones de euros y se alargará varios años debido a su complejidad. Pero antes ya habrá una intervención “blanda” de peatonalización, cuando las obras de remodelación de la plaza de la Reina corten el paso del tráfico hacia la del Ayuntamiento.