La Alquería de Falcó, situada junto al Camino de Moncada, es un ejemplo del barroco en la arquitectura de la casa señorial valenciana del siglo XVII, a pesar de que su origen se data dos siglos antes. Por este motivo el Ayuntamiento decidió incluirla en su plan de recuperación de patrimonio agrícola. El proyecto de intervención arqueológica determinará entre otras cosas el estado de conservación de los elementos originales y cuáles podrán ser rehabilitados y conservados, o bien reconstruidos.
A principios del año pasado el Consistorio ya invirtió algo más de 50.000 euros en la limpieza y consolidación de este inmueble, cuyo uso futuro todavía no tiene decidido el gobierno local. La alquería la integran dos edificios que comparten la pared medianera. Después de permanecer muchos años abandonada y habiendo sido objeto de incendios y ocupaciones ilegales que deterioraron los elementos constructivos y muros, el Ayuntamiento de València la rescató de la ruina en 2017 después de expropiarla por casi un millón de euros. Ya el año pasado, con las obras de consolidación, se mejoró la seguridad exterior e interior del edificio y se frenó su deterioro.