En el caso del IBI, actualmente el Ayuntamiento de València ya aplica un descuento del 50% durante tres años a las viviendas que han instalado placas solares. A partir del año que viene, la rebaja podrá aplicarse durante diez años, si bien la cantidad total descontada del impuesto no podrá superar el 20% del coste total de la instalación. Esto será para las viviendas con un valor catastral de hasta 75.000 euros, que son la gran mayoría en València (la media es de 45.000 euros, según el Consistorio). A partir de ese valor se irá reduciendo el número de años en los que puede aplicarse el descuento del 50% del IBI: entre 75.000 y 110.000 euros serán 7 años;
En cuanto al ICIO, el Ayuntamiento bonificará el 95% del impuesto correspondiente a las obras de instalación de las placas. El alcalde, Joan Ribó, confía en que estas bonificaciones fiscales disparen el uso de la energía fotovoltaica en València, de manera que "en dos años podamos ver que gran parte de los tejados de la ciudad tienen placas para autoconsumo". Más concretamente, el objetivo es que en diez años la mitad de todos los edificios de València cuenten con este tipo de placas.
El primer edil espera además que se genere empleo entre las empresas que se dedican a este tipo de instalaciones. Ribó asegura que estas nuevas bonificaciones superan a todas las que existen en las grandes ciudades españolas para subvencionar la colocación de placas solares.
Por su parte el concejal de Hacienda, Borja Sanjuán, ha calculado que estas medidas fiscales supondrán que el Consistorio deje de recaudar alrededor de 5,5 millones de euros en diez años. El edil ha explicado que con estas rebajas "damos cumplimiento al cien por cien al acuerdo presupuestario alcanzado con Ciudadanos", que permitió que la formación naranja se abstuviera en la votación de las cuentas municipales de este ejercicio.