La Junta Local de Gobierno del Ayuntamiento aprobará este miércoles los nuevos usos de La Roqueta acordados por el ejecutivo municipal. El alcalde, Joan Ribó, ha explicado que la idea es usar este emblemático edificio para integrar los diferentes servicios municipales relacionados con la Cultura, que actualmente están dispersos en diferentes espacios de la ciudad como Tabacalera, la Casa Consistorial de la plaza del Ayuntamiento, o un edificio municipal de la calle Bajada de San Francisco. Ribó ha señalado que se ha escogido esta ubicación en el antiguo monasterio “por su especial simbolismo, relacionado con el patrón de la ciudad”.
Los despachos municipales del área de Cultura ocuparán el primer y segundo piso de La Roqueta. Concretamente, en el primero estarán los servicios de Patrimonio Histórico y Cultura Festiva, y el segundo irá destinado a los funcionarios de Servicios Culturales y Acción Cultural. El vicealcalde, Sergi Campillo, ha señalado que todos estos servicios ganarán espacio en la nueva ubicación y que los despachos que dejarán libres serán ocupados por otros funcionarios municipales a través de un plan de reordenación. Campillo ha explicado además que el futuro complejo municipal de La Roqueta contará con una “identidad corporativa propia”.
Centro de interpretación y de peregrinos
La planta baja del inmueble quedará abierta al público y albergará diferentes espacios destinados a dar a conocer la historia del edificio y del patrón de la ciudad, tal y como el Ayuntamiento anunció el pasado mes de enero. Habrá un punto de acogida al peregrino y un centro de interpretación donde, según la vicealcaldesa Sandra Gómez, podrán verse algunos los restos más importantes hallados durante las recientes excavaciones arqueológicas en el subsuelo del edificio. Esta zona también albergará una tienda y una sala multiusos, mientras que el claustro se destinará a actividades culturales.
El Consistorio licitará ahora la redacción del proyecto para adecuar La Roqueta a todos estos usos. Gómez ha explicado que intervención afectará a unos mil metros cuadrados del edificio, del total de 3.000 que tiene el complejo. El gobierno local calcula que las obras costarán 1,5 millones de euros, que se sumarán a los tres que lleva gastados en la consolidación estructural del edificio y las excavaciones de este antiguo monasterio que está declarado Bien de Interés Cultural y Monumento Nacional.