El embarcadero de la Gola de Pujol es uno de los lugares más visitados y emblemáticos del Parque Natural de la Albufera, un edificio en el que históricamente se protegían, reparaban y mantenían las barcas municipales. A pesar de estar declarado Bien de Relevancia Local, lleva tres décadas abandonado. Su estado de reunida afea uno de los lugares de València más fotografiados, sobre todo a la salida y puesta del sol. Ahora el Ayuntamiento de València llevará a cabo una intervención integral en el edificio para recuperarlo.
El concejal de Devesa-Albufera, Sergi Campillo, explicaba en su día que con el proyecto “queremos convertir el antiguo embarcadero en un lugar de reconocimiento a todos los barqueros y barqueras de la Albufera que a lo largo de siglos han mantenido viva esta tradición vinculada a nuestra joya natural más querida y el primer parque natural valenciano". En este sentido, el proyecto contempla la instalación de paneles informativo “que pongan en valor su importancia en la historia de la pesca y la navegación por la Albufera".
Sergi Campillo añadió que con este proyecto “queremos integrar el embarcadero como un recurso paisajístico más del Parque Natural de la Albufera, por sus características, calificación y valor etnológico". La obra implica la reconstrucción de la cubierta, el saneado y recuperación de los muros, vigas y dinteles, la recuperación de la carpintería y restos de arqueología industrial. También incluye el saneado de una parte del pavimento de los muelles del embarcadero. Los trabajos tendrán una duración de tres meses, a contar desde la formalización del contrato.
Este edificio se construyó entre 1959 y 1960. Se instaló en uno de sus muros externos una barra de medición para el control del nivel del agua del lago. En su interior había una grúa para levantar las barcas y repararlas. El edificio mantuvo su uso hasta aproximadamente finales de la década de los 80 del siglo pasado. El embarcadero de la Gola de Pujol forma un conjunto con un importante valor paisajístico, arquitectónico e histórico-etnológico ya que es testigo de la gestión que sobre la Albufera llevó a cabo el Ayuntamiento después de la construcción de la Gola el 1953.
