El Ayuntamiento de València lleva a cabo la instalación, durante estos días, de una veintena de nuevos medidores del ruido urbano. Se trata de dispositivos inteligentes, con control remoto y que ofrecerán datos a tiempo real tanto a los vecinos y vecinas como a autoridades de la talla de la Policía Local y Protección Civil. Estos nuevos sonómetros estarán colocados en fachadas y farolas y contarán, en este sentido, con una pequeña pantalla para visualizar el nivel de ruido en ese momento. Con esta acción, el Consistorio de la capital valenciana aspira a informar transparentemente sobre los niveles de ruido urbano en diferentes puntos de la geografía de la ciudad pero, también, a concienciar a la ciudadanía sobre los niveles de ruido excesivos que se alcanzan en algunos momentos del día.
“Tienen unas pantallas instaladas junto a los sensores para, de esta manera, tratar de influir en el ruido generado en la zona, es decir, vamos a enviar mensajes a la ciudadanía para que sea consciente de cuál es el ruido ambiente habitual y cuáles pueden ser los diferentes picos en función del comportamiento ciudadanos en cada momento”, ha explicado el concejal de Agenda Digital y Administración Electrónica, Pere Fuset, en el acto de presentación de esta veintena de nuevos medidores del ruido. Se trata de una iniciativa para la que el Ayuntamiento de València ha invertido casi 40.000 euros sufragados, mayoritariamente, por el Gobierno Central de Pedro Sánchez.
El Consistorio valenciano ha indicado que estos sonómetros inteligentes y a tiempo real se ubicarán en algunas zonas tensionadas con motivo del ocio nocturno, de entre ellas, Benimaclet, Blasco Ibáñez y la Avenida de Aragón. Ante las críticas vecinales, el concejal de Movilidad Sostenible y Calidad Acústica, Giuseppe Grezzi, ha defendido que el ruido urbano está disminuyendo a día de hoy. “En estos años, la reducción del tráfico motorizado que, según el Mapa del Ruido que se hace cada cinco años, hemos tenido una bajada de la contaminación acústica. Ello quiere decir que mejora mucho la calidad ambiental, la calidad de vida y, en general, la mejora de los entornos donde vive la gente”, ha analizado Grezzi en declaraciones ante los medios de comunicación.
Los nuevos sonómetros no convencen a los vecinos
Sin embargo, esta defensa – por parte del concejal de Movilidad Sostenible – de la reducción de los niveles de contaminación acústica en la capital valenciana no ha convencido a entidades de la talla de la Federación de Asociaciones de Vecinos de València. Su portavoz, Toni Cassola, critica que el Gobierno Municipal – integrado por Compromís y PSPV-PSOE – ha prescindido de la opinión de los vecinos y vecinas en el proceso de decisión de la ubicación de estos nuevos sonómetros. A modo de ejemplo y según los datos ofrecidos por el Ayuntamiento de València, mientras que áreas como Benimaclet y Blasco Ibáñez contarán con seis medidores de ruido cada una, otras zonas igualmente tensionadas como Ciutat Vella y Russafa dispondrán de un único dispositivo.
“Hay un clamor en la ciudad por los problemas de contaminación acústica y nos sorprende que no se haya contactado con ninguna asociación de vecinos para fijar los criterios de colocación”, denuncia el portavoz de la Federación de Asociaciones de Vecinos de València, Toni Cassola. “Es una buena noticia que se esté midiendo el ruido pero resulta inadmisible que todo esto se haga de espaldas a quienes vienen denunciando las molestias”, reflexiona Cassola en declaraciones ante los medios de comunicación.
Plataformas como Amics del Carme han mostrado igualmente su rechazo. “Esta es una noticia que incide en la conclusión a la que nosotros hemos llegado, que parece que los concejales de diferentes ramos no están por los problemas relacionados con la habitabilidad”, opina el presidente de Amics del Carme, Lluís Mira, en declaraciones a Onda Cero. “La realidad es que la problemática del ruido no se ha reducido”, zanja Mira a preguntas de esta emisora de radio.