Ni una sola empresa ha presentado ofertas al proceso de licitación lanzado por el Ayuntamiento de València el pasado mes de septiembre para renovar la gestión de la grúa municipal. El gobierno local tiene ahora dos opciones: rehacer los pliegos y convocar un nuevo concurso donde las condiciones resulten más atractivas para los posibles licitadores; o iniciar la fórmula del "procedimiento negociado sin publicidad", mediante el que se negocia la adjudicación directamente con un grupo reducido de empresas.
Tres años le había costado al ejecutivo municipal aprobar los pliegos para sacar a concurso la gestión que lleva prorrogada desde que en octubre de 2017 el Consistorio rompió con la contrata (la UTE Pavapark Movilidad y Autobuses Playa San Juan) debido a la escasa calidad del servicio. Esa decisión ya le supuso al Ayuntamiento tener que pagar una indemnización de 2,5 millones de euros a la empresa. Pero es que además, la prórroga le está costando cada mes a las arcas municipales alrededor de un 60% más de gasto de lo que preveía el contrato rescindido.
La retirada de patinetes y otros vehículos de movilidad personal mal aparcados era la principal novedad que presentaba el pliego de condiciones aprobado por el gobierno local el pasado septiembre. El nuevo contrato establecía que en estos casos la retirada de la vía pública debería realizarse con vehículos especiales, más pequeños que los actuales, y siempre que estuvieran estacionados en lugares prohibidos por la ordenanza municipal de movilidad. La contratación iba a tener una vigencia de cinco años y el Ayuntamiento prometía a la adjudicataria el cobro de 17,5 millones de euros durante ese tiempo.