Como hemos contado estos días, el decreto de la Generalitat será de aplicación para los servicios interurbanos que presten los VTCs, mientras que los ayuntamientos deberán establecer una regulación propia dentro de cada municipio.
El pasado martes, después de que el gobierno autonómico presentara las líneas básicas de su decreto, el ayuntamiento de València anunció que asumiría esa regulación municipal con todas las opciones, incluida la de ampliar el tiempo de contratación. Pero hoy el alcalde Joan Ribò ha matizado esta postura y ha querido dejar claro que el consistorio no endurecerá esas condiciones del decreto del Consell, que ha calificado de "razonables". El gobierno local también prohibirá la geolocalización de los vehículos y que puedan recoger libremente clientes en la calle, tal y como establecerá el decreto del Consell.
Ribò, por otra parte, ha reconocido que no tiene pensado dar representación a las empresas de VTCs en la Mesa del Taxi creada para establecer su propia regulación sobre el servicio de alquiler de turismos con conductor. No obstante, tampoco ha descartado hablar con los representantes de estas plataformas si así lo solicitan. El alcalde ha dicho que el taxi es un servicio público "y queremos darle el máximo de protección". Según Ribò, los VTCs tienen que convivir con ellos, pero sin "invadir" el mercado de los taxistas.