Además del alcalde y del presidente del puerto, Aurelio Martínez, en la reunión han participado entre otros el conseller de obras públicas, Arcadi España, y representantes de Puertos del Estado. España ha explicado que, además de estudiar un futuro acceso norte al puerto para el ferrocarril, la autoridad portuaria se ha comprometido a encargar un informe "de expertos independientes" que analice el impacto que su actividad tiene en el medio ambiente y la movilidad de la ciudad.
Por su parte el alcalde, Joan Ribó, ha valorado positivamente estos compromisos del puerto, pero sigue exigiendo que las obras de ampliación del recinto cuenten con una nueva declaración de impacto ambiental. Y es que, para disgusto de Ribó, la autoridad portuaria sigue negándose a esa petición, y tampoco va a paralizar la adjudicación de las obras. Este mismo viernes está previsto que se de un nuevo paso hacia la adjudicación en la reunión del consejo de administración del puerto.
Al margen de estas discrepancias el Ayuntamiento, la Autoridad Portuaria y la Generalitat han acordado la creación de dos grupos de trabajo para tratar de mejorar la relación entre la ciudad y el puerto: uno reunirá a agentes sociales y económicos y el otro a colectivos vecinales y ecologistas, y se sumarán a la comisión de trabajo que ya hace tiempo reúne a representantes del gobierno local y responsables del puerto.