En la prueba se han inscrito entorno a 32.000 corredores, entre la maratón y la 10K, procedentes de 101 nacionalidades y supondrá que el próximo fin de semana en València se produzcan más de 165 mil pernoctaciones dejando una ocupación hotelera media de entorno al 94 por ciento en la ciudad mientras que en alojamientos ubicados en municipios próximos se espera llegar al cien por cien. Para el alcalde Joan Ribó la maratón se ha convertido en una gran fiesta deportiva de la ciudad y que después de las Fallas más visitantes atrae y más ingresos genera.
Reitera Ribó que la maratón es motivo de orgullo para los vecinos de la ciudad y espera que este año se superen las marcas obtenidas en 2018, las mejores registradas en suelo español tanto en categoría masculina como femenina. Desde la patronal hostelera HOSBEC su portavoz Alberto Calloso reconoce que este evento ha pasado de ser una prueba deportiva a convertirse en un verdadero producto turístico en la última década. Cree que la maratón todavía tiene capacidad de crecimiento. Tal y como han avanzado el próximo año la maratón tendrá lugar el 6 de diciembre.