Marc Granell critica comportamiento “cainita y suicida de tantos políticos”
El escritor y traductor Marc Granell, Premi de les Lletres Valencianes, ha criticado el comportamiento “cainita y suicida de tantos políticos metidos en sus peleas” en un tiempo “en el que la muerte nos visita y se lleva cuerpos y voces queridos”.
En su discurso en el acto institucional de conmemoración del 9 d’Octubre en el Palau de la Generalitat, en el que ha intervenido en nombre de todos los premiados, Granell (València, 1953) ha subrayado que en este tiempo en el que “el miedo nos llena de incertidumbre”, ante el comportamiento de los políticos nos preguntamos: “¿En qué manos estamos, señor?”. “Desgraciadamente, la historia ha obligado muchas veces al pueblo valenciano a avanzar en la defensa de su cultura contra vientos y mareas bien potentes, pero lo ha sabido hacer, como ahora ante esta marea trágica e inusitada que asola el mundo. Hemos sabido mantenernos derechos y plantar cara para salvaguardar nuestra existencia misma”, ha señalado. Las distinciones de la Generalitat reconocen este año la labor de los miembros del sector sanitario, servicios sociales, agroalimentario, transportes, limpieza, seguridad y emergencias, educación, administración pública, ciencia e investigación, cultura, medios de comunicación y entidades solidarias. Al respecto, Granell ha dicho que supone un honor para él haber sido premiado junto a “estamentos realmente necesarios y esenciales para la defensa de la vida de todos, y junto a quienes ayudan a vivirla lo más plena y normalmente posible”. “Compartir con vosotros este reconocimiento, en representación de una generación de escritores que supo unirse y levantarse, es el verdadero honor para mí. Agradezco a la Generalitat que haya decidido otorgarnos estas altísimas distinciones junto a la sociedad civil, el pueblo valenciano que nos invita por su comportamiento a abrir futuros posibles donde habitan las tinieblas”. Asimismo, ha agradecido el apoyo de las “voces amigas” que le han permitido dedicar su vida a la creación literaria. “Primero los padres, con su ejemplo del amor a la cultura, sabiduría y bondad por aceptar mi camino; después de los amigos libres y combativos, muchos de ellos merecedores más que yo de este galardón”. “Gracias a ellos dirigí mi pasión poética y literaria hacia la defensa de una lengua poco menos que moribunda. Los años 70 fueron magníficos, por ilusionantes y rupturistas, más aún a la vista de la efervescencia literaria de la que disfrutamos ahora, con tres generaciones conviviendo”, ha concluido.