El 'president' de la Generalitat, Ximo Puig, ha avanzado este miércoles que la Conselleria de Sanidad estudia ampliar el tipo de establecimientos donde será exigible el pasaporte COVID, además de los actuales como los restaurantes con gran aforo o el ocio nocturno, aunque no los ha concretado y ha descartado que sea en el comercio o en los hospitales.
Tras dos semanas desde su implantación, Puig ha destacado que la obligación de presentar este certificado conlleva tres beneficios: "un recuerdo permanente de que el virus sigue ahí, favorece espacios más seguros porque los no vacunados propagan más el virus y sirve para que muchos reticentes se hayan vacunado".
Como ejemplo, ha apuntado que si en una semana normal de noviembre se administraban de media 620 primeras dosis al día en la Comunitat, desde la vigencia del pasaporte son más de 2.400 al día". "Solo por eso ha valido la pena", ha dicho en un desayuno organizado por el 'Levante-EMV'.
Puig ha remarcado que de momento no puede concretar los nuevos espacios donde se pedirá el pasaporte, aunque ha garantizado que será en lugares cerrados donde es difícil mantener la mascarilla, por lo que ha precisado que no será en el comercio.
Sí ha descartado pedirlo en hospitales a los sanitarios, al igual que en Baleares, porque "la Comunitat es la autonomía donde menos sanitarios no se han vacunado: un 1,5% aproximadamente" y es algo que cree que debe estar jurídicamente sustentado para "no generar más ruido".
En su discurso, Puig también ha animado a celebrar una "Navidad con alegría responsable porque será lo mejor para todos" y ha pedido "sentido común" como mejor regalo, además de recordar que en 2022 habrá que seguir conviviendo con el virus. "Sabemos que se propaga en los espacios de confianza: tenemos que ser absolutamente prudentes", ha recomendado.