Según Puig la nueva línea, cuya inversión se eleva a los 50 millones de euros, se espera que pueda entrar en servicio en el verano de 2021. Las obras de esta nueva línea quedaron paralizadas en 2011 y su proyecto de obra fue retomado el pasado año por parte de la Generalitat. El tramo interior, con la construcción de toda la superestructura, las tres estaciones subterráneas y el equipamiento necesario de estas instalaciones, está a punto de licitarse por 20,7 millones de euros.
Junto a esta nueva línea ha avanzado Puig que en el primer trimestre del próximo año darán a conocer la futura ampliación de la red que favorecerá la conectividad de la ciudad. Según el alcalde de València Joan Ribó la L10 será un instrumento fundamental para conectar los barrios y supondrá una apuesta por la movilidad. El alcalde considera que si hay que priorizar en una futura ampliación de la red de metro valencia apuesta por su futura conexión con la Marina y el Cabanyal dado que considera que la movilidad al centro histórico ya está garantizada.