El Ayuntamiento de València ha presentado esta mañana su propuesta final para la nueva ordenanza municipal de civismo más de tres años después de la presentación del primer borrador del texto. El objetivo de esta nueva normativa es prevenir y sancionar algunos de los comportamientos que más conflictos generan entre la ciudadanía valenciana a día de hoy, como el acoso callejero, los actos vandálicos o el consumo de alcohol en la calle.
Precisamente, el popularmente denominado como “botellón” es uno de los principales actos incívicos que más preocupa al Consistorio liderado por Joan Ribó, de Compromís. No obstante, la pretensión de la nueva ordenanza municipal de civismo no pasa por sancionar el consumo de alcohol en la vía pública como tal sino tipificar las molestias vecinales ocasionadas por el mismo, como el ruido generado por sus participantes durante la madrugada.
“Aquello que vamos a sancionar no es el consumo de bebida alcohólica en la calle porque eso ya lo hace la ley autonómica y sería absurdo legislar sobre ello. No podríamos poner ni una sola sanción en la ordenanza basándonos en esto”, ha explicado el concejal de Protección Ciudadana de València, Aarón Cano. “Lo que hacemos es sancionar por molestias e irrumpir en el derecho al descanso”, ha subrayado Cano en la presentación del borrador final ante los medios de comunicación.
En este sentido y tal y como ha concretado el también responsable de la Policía Local de València, la multa podría ascender hasta los 750 euros. Además, la nueva ordenanza contempla igualmente sanciones económicas para quienes utilicen las redes sociales con el objetivo de convocar botellones multitudinarios; para conductas racistas, sexistas o xenófobas; para los autores de daños o pintadas en el espacio público; o para determinadas formas coercitivas de ejercer la mendicidad, como los ‘gorrillas’.
Sustitución del pago de las multas por mediación
Sin embargo, uno de los aspectos que ha desaparecido del borrador inicial de hace tres años es la sustitución del pago de las multas por la realización de tareas de voluntariado o cursos de formación. En su lugar, la propuesta final para la nueva ordenanza municipal de civismo apuesta por la mediación en algunos casos, especialmente en los conflictos de convivencia vecinal.
Ahora, el Consistorio valenciano deberá presentar su propuesta de ordenanza municipal de civismo a las diferentes formaciones políticas con representación en el Ayuntamiento de València. Posteriormente, el texto definitivo será sometido a votación en el Pleno Municipal para su aprobación o rechazo dentro de unos meses.