TEATRO MUSICAL

Los chicos del coro, el musical, en el Teatro Olympia hasta el 14 de julio

Rafa Castejón y Xisco González nos hablan de este gran espectáculo musical

ondacero.es

Valencia |

"Los chicos del coro, el musical" habla de los niños olvidados, pero también del camino que atraviesa el arco iris y conduce a la luz de abril. Habla de la inocencia, del juego, del amor... Habla del esfuerzo y de la solidaridad, del trabajo y del entusiasmo... Habla de la vida. Habla del arte.

En 1949, el profesor sustituto Clement Mathieu llega al internado "Fondo del estanque", donde el director Rachin ha impuesto un régimen severo y riguroso sin lugar para la música. Mathieu, antiguo compositor sin suerte, se salta las normas para descubrir la belleza del mundo a unos jóvenes educados bajo la aspereza de la Segunda Guerra Mundial. Con este planteamiento, inspirado en su propia infancia y en un viejo clásico del cine francés, Christophe Barratier creó una de las películas verdaderamente inolvidables de los inicios del siglo XXI, enaltecida por la sublime música de Bruno Coulais.

"Los chicos del coro, el musical" no es solo la adaptación de un filme que todos amamos. Es, al mismo tiempo, una apuesta por hablar de la necesidad de la música, del arte, para el crecimiento personal. Como decían los antiguos filósofos y pensadores, no es solo que la música amanse a las fieras (en este caso, a unos niños más revoltosos que feroces), sino que el arte es aquello que nos hace auténticamente humanos. Sin la sensibilidad, sin la delicadeza, sin los matices que iluminan el alma y la personalidad, no seríamos libres ni mucho menos llegaríamos a conocer cómo son por dentro los demás.

Texto

Christophe Barratier

Philippe Lopes Curval

Música

Bruno Coulais

Christophe Barratier

Letras de canciones

Christophe Barratier

Philippe Lopes Curval

Dirección

Juan Luis Iborra

Traducción y adaptación

Pedro Víllora

Director musical

Rodrigo Álvarez

Diseño de escenografía

David Pizarro

Diseño de iluminación

Juanjo Llorens

Diseño de sonido

Javier G. Isequilla