Hoy con Leleman venia pensando en… la mala pinta que tiene este Levante. Ayer eliminado en Copa a manos del Alcoyano.
Dijo ayer Alessio Lisci que el equipo ha tocado fondo. Ojalá. Una victoria en 27 partidos es una barbaridad insoportable. Son números de descenso seguro a segunda división. La caída sin frenos parece que no tiene fin así que ojalá tenga razón Alessio y se haya tocado fondo.
El bloqueo mental por el que atraviesa el equipo es de dimensiones considerables. La primera parte en El Collao no fue digna de un equipo de primera división. Los errores defensivos volvieron a aflorar y aunque al final se maquilló con el empate final, los penaltis hicieron, por desgracia, justicia. El Levante es ahora mismo un equipo tan endeble que solo Morales anotó su penalti.
Soy de los que piensa que de poco sirve ahora hablar de si la culpa es de uno o de otro. Eso es mejor dejarlo para el verano, para que no se vuelvan a cometer los mismos errores. Pero si creo que es momento para que su presidente salga a dar la cara. A Quico hay que reconocerle muchas cosas buenas en estos últimos años al igual que suya es la responsabilidad última de que su equipo ande tan perdido como lo demuestra no tener una dirección deportiva, haberse cargado dos entrenadores antes de Navidad y haber apostado por un chico de 36 años sin apenas currículum para reflotar la nave.
Porque de eso se trata. De reflotar la nave, de hacer que esos futbolistas que el pasado año fueron capaces de estar a una prórroga de la final de Copa, vuelvan a creer, que se desbloqueen mentalmente y que el que no quiera tirar del carro que no moleste. Es el momento de la unión en el vestuario y de buscar soluciones. Hay tiempo si, pero el tiempo… no es eterno…