Hoy con Leleman venia pensando en… el mensaje de Carlos Soler. Ese de “volveré más fuerte”.
No cabe duda que estaba en su mejor momento. Titular indiscutible con la selección española absoluta era sin lugar a dudas el centrocampista de moda del fútbol español. Su rendimiento y sus goles eran unas de las claves del gran momento por el que atravesaba el Valencia. Por eso cuando notó el pinchazo estoy seguro que se le cayó el mundo encima. Solo hacia falta ver su cara en el banquillo cuando tuvo que ser sustituido.
Tal vez por eso quisiera ayer lanzar ese mensaje de optimismo a la afición valencianista. Soler sabe que tanto el equipo como los aficionados le necesitan. Los primeros en el campo, los segundos porque se ha convertido en uno de los grandes referente de este Valencia. Es de esos futbolistas con quien el aficionado valencianista se puede sentir identificado: de la casa, comprometido y con idéntico sentimiento valencianista que esos que sufren con el Valencia.
Porque Carlos ha sufrido mucho el último año y medio. Él y todos vosotros. Por eso merecía un momento como este solo truncado el domingo con esa lesión muscular. De ahí sus ganas de volver cuanto antes. De ahí su mensaje de ayer a través de las redes sociales. “Volveré más fuerte y con más ganas que nunca de ayudar al equipo”. Mentira.
Mentira porque es difícil volver con más ganas que las que siempre tuvo y siempre puso sobre el terreno de juego. Es su Valencia, ese en el que se ha criado de pequeño, el que ha mamado en casa, el que siente y lleva en su corazón. Si algo nunca le ha faltado a Carlos Soler son ganas de triunfar con su Valencia.
Lo dije hace tiempo. Por sus características me recuerda a Steven Gerrard, Stivie G. Y para los más jóvenes que busquen quien fue Gerrard en el Liverpool y lo que representaba para sus hinchas reds. Lo mismo que Soler en el Valencia…