Hoy con Leleman venia pensando en… lo que dijo ayer el presidente del Valencia. Que alguien como él que desprecia el periodismo y a los periodistas se atreva a dar lecciones tiene tela.
Tiene tela que hable de preguntas “adecuadas” un tío que lleva más de dos años sin responder a ninguna ni en rueda de prensa ni en entrevistas. Ni adecuadas ni no adecuadas. Solo silencio ante las múltiples inquietudes del aficionado valencianista que por no poder no pueden ni preguntar a través de esas redes sociales que tiene cerradas. Para Murthy lo ideal sería que solo existiera VCF Media. Como para las dictaduras lo era que solo existieran los medios oficiales del estado. Y eso no se llama periodismo, se llama censura.
Se atreve a decir también que la caída de ingresos de los medios es por la pérdida de credibilidad de estos últimos. Y lo dice un tío que ha dejado de ingresar para su empresa casi 50 millones de euros por no estar en europa y que ha ido echando al aficionado, su cliente, fuera de Mestalla. Pero él tiene la excusa perfecta a su caída de ingresos que no vale para otros: la pandemia.
Y se atreve también a hablar de redes sociales alguien que ha cerrado a calicanto las del Valencia. Para que nadie pueda preguntar y expresar libremente su opinión. Y que creó el famoso “batzine” no se sabe muy bien para qué o que ha hecho el ridículo en más de una ocasión con su tuiter en inglés.
¿Sabéis una cosa? Me da rabia que cuando todo parecía calmado y con la afición recuperando la ilusión con la llegada de Bordalás tenga que aparecer Murthy a echar gasolina y crear un nuevo incendio. Es como aquel que pide “casito” cuando no es el protagonista. Pero lo peor de todo es que no lo hace por provocar, que también, lo peor es que se cree lo que dice y lo que dice se llama dictadura. Porque sin periodismo de verdad… sin periodismo de verdad no hay libertad.