Solo dos meses después de que se produjera su destitución, Marcelino regresó a Mestalla para recibir un homenaje de la Asociación del pequeño accionista. El asturiano se mostraba visiblemente emocionado al manifestar que "no me puedo quejar se esta afición. Siempre me trató de forma extraordinaria. Estoy algo emocionado porque siempre he sentido el cariño de la gente. Cuando era entrenador y después de serlo".